|
Algo avergonzada le sonrió al conductor y llevó la mano hacia atrás y bajó un poco el cierre de la falda pensando que tal vez eso ayudaría...
Intentó subir, pero no pudo.
Sintiéndose todavía más avergonzada, bajó el cierre un poco más y volvió a intentar subir al microbus, pero sin éxito.
Casi llorando de la vergüenza bajó del todo el cierre y de nuevo no pudo subir al colectivo.
Entonces un tipo alto que estaba detrás de ella en la fila la subió al micro empujándola de las nalgas.
"¿Cómo se atreve a tocarme? ¡Yo a usted no lo conozco!"
El hombre con una amplia sonrisa, dijo suavemente:
"Bueno, señora, yo normalmente no hago esas cosas, pero después de que usted me bajó 3 veces la bragueta, pensé que ya éramos amigos".
0 comentarios:
No esta permitido los insultos se moderado, la libertad de expresión no es para insultar gracias.